¿Sabes qué datos personales tuyos circulan por la red?
Internet el mayor banco de información jamás creado. Esto brinda muchas oportunidades para el aprendizaje y el entretenimiento, pero también nos invita a navegar con responsabilidad y a tomar algunas precauciones para que nuestros datos personales o información sensible no acaben formando parte de ese banco de información universal que es la red.
Por esta razón, es importante que conozcas tanto qué información personal ya se encuentra en la red como la forma de evitar la publicación no deseada de datos privados. En esta guía descubrirás cómo detectar la información relacionada contigo que existe en Internet, los riesgos que conlleva y las medidas para evitar estas filtraciones. De esta forma, navegarás con mayor seguridad y control sobre tus datos en el futuro.
¿Qué información tuya existe en Internet?
En un primer momento, parece que la privacidad en Internet está garantizada. Al fin y al cabo, pasar desapercibido en el anonimato es más sencillo. Sin embargo, cada persona que usa Internet deja una huella digital (un rastro de información con todo lo que hacemos en la red) al utilizar este servicio, ya sea consciente o no de ello. De hecho, puedes comprobarlo con solo poner tu nombre en un buscador.
Esto no debe asustarte, ya que es posible que aparezcas por un perfil en alguna red social. Por otro lado, si te matriculaste en una facultad o curso, quizás se muestren las listas en la web de la organización. Sin embargo, las modificaciones en la Ley de Protección de Datos tienden a restringir la aparición de esta información en la red, junto a tu propio DNI.
Tampoco te costará encontrar dónde estudiaste o tu localización. Estos datos suelen mostrarse en las propias redes sociales; es decir, son datos que facilitamos activamente a la red. Por tanto, puedes disponer de una buena cantidad de información propia en la red casi sin darte cuenta. Las fotografías son otra forma de mostrar información personal.
El riesgo de publicar información sin cautela
Como has visto, publicar información personal en Internet es relativamente simple, aunque los avances legislativos mejoran la privacidad. Un primer riesgo es que tus datos llegarán a otras personas desconocidas. Aunque esto no tiene que implicar necesariamente ser víctima de ningún tipo de ataque informático, siempre es mejor tomar medidas preventivas, ya sea para evitar a los y las ciberdelincuentes o para cuidar nuestra reputación online.
Otro riesgo importante de la publicación descuidada de información personal es que simplificas la posibilidad de que te rastreen. Esto no solo permite a ciberdelincuentes encontrar más información tuya, sino que la pueden emplear ladrones convencionales. Por ejemplo, si publicas tus fotos de las vacaciones en tu red social en abierto, estás informando de que no estás en casa. También podrías mostrar tu dirección sin querer.
A su vez, podrías sufrir ciberacoso. Al ofrecer datos como tu nombre y apellidos, una persona con la suficiente habilidad puede llegar a encontrar formas de contactarte. Como en el caso anterior, es muy probable que esto no ocurra nunca, pero este tipo de acoso tiene el potencial de ser grave. Podrías recibir burlas en tus perfiles, mensajes a horas incómodas o la difusión de rumores negativos sobre ti.
Por descontado, te expones a que suplanten tu identidad o a que te roben tus perfiles en las redes sociales u otras plataformas. Al rastrear tu información, una actividad que puede desarrollarse durante meses, las personas que tengan interés pueden acabar por localizarte en diferentes espacios de la red.
¿Existe alguna forma de conocer qué hacen con nuestros datos en Internet?
Esta pregunta ha ido ganando peso en los últimos años. La sociedad es cada vez más consciente de los riesgos inherentes a su publicación. Sin embargo, no debes asustarte y dejar de utilizar Internet. Lo importante es que tengas en cuenta los problemas que pueden surgir y que desarrolles las defensas necesarias.
Por suerte, existen varias maneras de comprobar qué información sobre ti está disponible en la red. Una de ellas es poner tu nombre en un buscador. De esta manera tan sencilla quizás veas que apareces en diferentes redes sociales, sobre las que puedes ejercer un fuerte control. También es probable que aún existan documentos oficiales donde se muestren tus datos.
Google te permite consultar un resumen de tus datos desde tu propia cuenta. Solo tienes que visitar el panel de control, acceder a «Datos y Privacidad», «Tus datos y opciones de privacidad», luego en «Datos de aplicaciones y servicios que usas» y, por último, clica en «Contenido guardado de servicios de Google». Además, en cada servicio puedes descargarte una copia de la información que contienen.
Otra opción reside en utilizar páginas web destinadas analizar tu rastro en Internet. Una de ellas es Mine, que es capaz de rastrear qué empresas y servicios tienen datos relacionados contigo. Además, te permite enviar solicitudes para que los borren, identificar los que más empleas y marcarlos como necesarios. Si bien recurrirá a tu correo electrónico para llevar a cabo su investigación, puedes borrar tu cuenta con facilidad y sin dejar rastro.
También son útiles las alertas de Google. Cabe la posibilidad de configurarlas para que te avise cuando aparezca tu nombre, apellidos, correo electrónico, número de teléfono o el DNI. Es una herramienta especialmente útil si has sufrido una suplantación de identidad, ya que te permitirá realizar un rastreo mínimo. Sin embargo, si te encuentras en esta situación, no dejes de ponerte en contacto con la Policía.
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD)
Este organismo público se encarga de proteger tus derechos de rectificación, oposición, supresión, portabilidad y limitación al tratamiento de decisiones automatizadas. Si las empresas no responden a tus peticiones de borrado de datos, puedes interponer una reclamación ante la AEPD.
La Agencia dispone de modelos de documentos específicos para ejercitar tus derechos, puedes efectuar las consultas que necesites y tener su apoyo cuando este sea posible. También ofrecen ayuda específica a menores, un grupo de la población especialmente vulnerable a los riesgos que entraña Internet. No dudes en contactarles ante cualquier indicio de problema grave que detectes (acoso en redes sociales, suplantación de identidad, distribución de imágenes o vídeos personales no autorizados, etc.).
A la hora de solicitar su apoyo, es necesario especificar los motivos concretos de la solicitud, ya que deben existir razones de peso para abrir una investigación. Si has abierto una reclamación ante una empresa y esta no ha contestado en el plazo previsto en la ley (un mes), la AEPD podrá ayudarte. De esta manera tienes de tu lado una ayuda inestimable para hacer valer tus derechos.
¿Cómo puedes evitar filtraciones de información personal en la red?
Cada persona puede evitar que su información privada, o gran parte de la misma, acabe en Internet sin su consentimiento. No es necesario que dispongas de conocimientos avanzados para minimizar tu exposición. Al fin y al cabo, la mayoría de las plataformas disponen de herramientas con las que proteger tu privacidad de forma efectiva.
Para empezar a cuidar tu privacidad, ten en cuenta las aplicaciones que instalas tanto en tu navegador como en tu teléfono. Estas suelen pedir datos personales o acceso a áreas concretas del dispositivo. Si no estás de acuerdo con lo que te solicitan, no la instales y busca una alternativa que parezca más segura. Por suerte, existe una amplia variedad de opciones.
Cuando visites cualquier página web, revisa que cumpla con el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) y la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal), ambas normas de obligado cumplimiento. La página también debe disponer de un aviso legal con los términos y condiciones de la web y contar con una política de cookies.
Esta última consiste en una declaración sobre un fragmento de texto que indica los sitios web que visita tu navegador (las cookies), y que indica cuáles están activas, qué información rastrean, con qué finalidad y a qué parte del mundo se envía.
Tampoco dejes de cuidar la privacidad en las redes sociales. Estas plataformas han cambiado radicalmente la forma en la que la sociedad se relaciona en la red. Además, es muy sencillo dar a conocer una amplia variedad de datos sin que seas consciente, algo a lo que contribuirán tus amistades. Así que, debes mantener diferentes precauciones.
Empieza por dedicar el tiempo necesario a configurar la privacidad de la cuenta. Esto te permite decidir quién ve tus publicaciones, administrar bloqueos, dar privacidad a las fotos, limitar el acceso a las aplicaciones o mantener tu perfil en modo privado. Gracias a estas opciones, y otras específicas de cada plataforma, te ahorrarás problemas con las filtraciones de tu información personal o identidad.
Además, asegúrate de que el acceso a los datos de las redes sociales es exclusivamente tuyo. Esto evitará que tu nombre o alias, contraseña y otras informaciones acaben llegando a terceras personas. Tampoco publiques información personal sensible, como tu número de teléfono o el domicilio en el que resides.
En definitiva, cuidar de tus datos personales es posible, aunque necesitas tomar las medidas apropiadas. La amplia mayoría de páginas web cuida la información de sus personas usuarias de acuerdo a la ley. Sin embargo, recuerda que incluso tú puedes dar informaciones accidentalmente de manera directa, por lo que no dejes de tener cuidado.
Si quieres ampliar tu conocimiento en seguridad informática, continúa leyendo otros artículos de nuestra Guía de Ciberseguridad.