Recomendaciones para mejorar tu privacidad: las claves importantes

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Una de las formas más sencillas de mejorar tu seguridad digital al navegar por Internet consiste en cuidar la privacidad de los datos y archivos que compartes. En la actualidad, la información que se vierte en la red es abrumadora. A lo largo de un solo minuto, se envían 60.000 mensajes en WhatsApp, se comparten 650.000 historias en Instagram y se suben a Youtube 500 horas de vídeo. Y todo esto es posible gracias a que las personas internautas reciben y generan contenido de forma continua.

Entre tanto contenido, es posible que a veces se incluyan datos que normalmente no querríamos compartir. Para evitar que subas a la red información personal o sensible acerca de ti, es importante que tengas en cuenta algunas pautas. ¿Te gustaría descubrirlas? Si es así, quédate en este artículo.

¿Por qué cuidar tu información personal?

Antes de empezar, ten claro una cosa: la red es un lugar seguro. Gran parte de los sitios web cuentan con medidas de seguridad eficaces para evitar filtraciones de tu información personal. Por ejemplo, siempre te pedirán permiso para utilizar datos concretos, los cuales podrás revisar en las políticas de privacidad de cada sitio. Además, la legislación actual protege a las personas usuarias de Internet de un uso fraudulento o inadecuado de sus datos personales.

No obstante, tú también puedes y debes proteger activamente tu información personal de quedar expuesta. Podrías caer en un despiste y publicar datos comprometedores que otras personas podrían emplear en su beneficio o para hacerte daño. Esta es la principal amenaza que existe en la red, de la cual hay que cuidarse actuando de forma precavida y responsable.

Clasificación de datos personales

Los primeros datos a considerar son los de contacto. En estos se incluyen los referentes a tu domicilio, correo electrónico o teléfono. Procura entregarlos solo a plataformas de máxima confianza y que certifiquen que únicamente los utilizarán para fines comerciales, como entregar un pedido online, o para identificarte. Además, evita mostrarlos en las redes sociales o en foros públicos.

Divulgar algunas señas identificativas, como tu nombre, estado civil o lugar de nacimiento, no tiene por qué resultar peligroso. Al fin y al cabo, indicas tu nombre y apellidos en la mayoría de redes sociales, aunque eres libre de emplear el seudónimo que prefieras. Sin embargo, ten especial cuidado con dar a conocer tu firma electrónica y más información de la necesaria. En caso de que sientas inseguridad, no dejes de configurar tus perfiles en modo privado para prohibir su visionado por parte de otras personas más allá de tus contactos.

datos contacto

También es frecuente publicar referencias académicas o laborales, e incluso existen plataformas destinadas a estas labores, como es el caso de LinkedIn. Son útiles a la hora de buscar trabajo o conocer otras personas con intereses similares. Por otro lado, las informaciones acerca de tu patrimonio, como propiedades que puedas poseer o tus ingresos, no te aconsejamos publicarlas, ya que quienes delinquen se sentirían atraídos por ellas y podrían señalarte como su próximo objetivo.

Junto a estos, existen datos que se consideran sensibles y que podrían llevar a discriminaciones o situaciones de acoso. Este es el caso de la información relacionada con tu ideología, vida sexual o similares. Por sí solos, son capaces de dar inicio a conflictos con determinadas personas, algo que facilita el anonimato que reina en la red.

¿Cómo te afecta de forma negativa la publicación de tus datos en la red?

La información que divulgas en la red puede afectarte de manera negativa de diferentes maneras. Recuerda que, aunque es muy probable que no pase nada, siempre es recomendable establecer las medidas de seguridad necesarias. De este modo, reducirás al mínimo cualquier posible riesgo. Esto es importante, ya que es mucho más sencillo evitar la publicación de un dato sensible que su eliminación posterior.

Por ejemplo, si elaboras una publicación con una fotografía comprometida y la compartes en la red, esta llegará a tus contactos, quienes podrían compartirla y aumentar el grado de difusión. Así, alcanzarías a personas desconocidas y que tienen en su mano seguir distribuyendo lo que les ha llegado.

ciberacoso

Algunas publicaciones podrían traer consigo consecuencias negativas que podrían afectarte de forma directa o indirecta. Ten en cuenta estas:

  • Comentarios negativos. Es una de las consecuencias más comunes. Puede que no tengan mayor relevancia y que no sean especialmente dolorosos. Sin embargo, al realizar una publicación determinada podrían darse insultos o amenazas, sobre todo si está relacionada con algún tema en el que exista una fuerte polarización.
  • Ciberacoso. Cuando los comentarios negativos no cesan, aumentan en intensidad y comienzan a llegar por canales privados, estás frente a una situación de acoso. Es importante que denuncies tu caso ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, quienes están presentes en las redes sociales. También puedes ponerte en contacto con el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) en busca de ayuda.
  • Propagación de noticias falsas. Con tus datos es posible crear noticias falsas, las cuales estarían pensadas para dañar tu imagen o difundir bulos acerca de tu persona.
  • Ataques a tu reputación. Ligada con la anterior, los datos que publiques, en especial fotos inapropiadas, pueden ser una fuente de ataques hacia tu reputación. Además, cabe la posibilidad de que sean utilizados en tu contra para chantajearte a ti o a tus familiares. Ante esta situación, no dejes de ponerte en contacto con las Fuerzas de Seguridad del Estado o con los sistemas de asistencia de la plataforma que estés empleando.

Consejos para proteger tus datos

Las consecuencias de verter tus datos personales o información en la red varían en gravedad. Recuerda: eres la primera línea de defensa contra la publicación de tu información más sensible.. Aunque cuentas con la protección de las plataformas que emplees y de las autoridades, es importante que actúes siempre de forma consciente y responsable. Así, navegarás sin problemas para disfrutar de todo lo que te ofrece Internet.

Actúa con precaución

La precaución es la herramienta fundamental para evitar la difusión descontrolada de tus datos personales. Puedes utilizar un alias, colocar tus cuentas en privado, no mencionar información propia que sea de interés o cuidar las fotografías que compartes. Dispones de una amplia variedad de opciones para protegerte de manera activa.

Tampoco des información personal en páginas que no sean seguras. Los navegadores te informarán cuando estas no cuenten con los certificados apropiados. Ten en cuenta que estos sitios podrían estar destinados a actos maliciosos. Un buen ejemplo es la práctica del phishing, en la que las y los ciberdelincuentes clonarán la web de una institución o una tienda para tratar de obtener datos relevantes de quienes la visiten.

No instales aplicaciones innecesarias

Si instalas aplicaciones innecesarias, estarás exponiendo tus datos. Tendrás que registrarte en ellas y, en caso de usar un dispositivo móvil, te pedirán el control temporal sobre diferentes áreas, como la cámara o el micrófono. Para aumentar tu seguridad, procura usar solo aquellas aplicaciones que realmente necesites y desinstala el resto. 

Además, antes de eliminar una aplicación recuerda borrar primero el perfil que has creado para poder usarla. Esto llevará al personal responsable a deshacerse de la información que guardase acerca de ti. Así, evitas una posible fuga de información por un ataque informático a la empresa.

Bloquear cookies

Bloquear las cookies es una forma eficaz de no dar algunos datos a las páginas web que visitas. Son un tipo de fichero empleado para recordar tus accesos y conocer tus hábitos de navegación. Dan información sobre cómo te comportas en la web, que se emplea por ejemplo para proponerte ofertas personalizadas. También son útiles para acceder rápidamente a tus cuentas, ya que pueden guardar tus contraseñas.

Gracias a normas como el RGPD, tienes un gran control sobre las cookies. Las páginas te avisan de su uso cuando accedes y puedes tanto rechazarlas como aceptar las que tú quieras. Además, te dan la opción de elegir cuáles permites usar a la web y las que no. 

Protección anti-rastreo

Los navegadores, como Chrome o Firefox, cuentan con opciones de protección anti-rastreo. Su objetivo es aumentar tu seguridad y privacidad durante tu navegación. Para ello, estas herramientas evitan que se guarde información sobre tus búsquedas, así como que recibas un exceso de publicidad no deseada (spam).

También te ayudan a protegerte contra programas maliciosos, rastreadores en las redes sociales o las cookies de terceros. Otra opción interesante que te permite no dejar huella es la navegación en modo incógnito. Con ella no enviarás ningún dato acerca de tu comportamiento, por lo que no verás anuncios personalizados ni podrán saber quién eres. En definitiva, siguiendo estas recomendaciones para mejorar tu privacidad disfrutarás de una navegación más segura. Recuerda protegerte activamente y presta atención a las medidas de seguridad de los sitios web que visitas. Si quieres aumentar tus conocimientos sobre ciberseguridad, ¡no te pierdas el resto de artículos de la guía!