¿Alguna vez has visto un vídeo de una persona famosa declarando algo que nunca ha dicho? A estas creaciones digitales se les conoce como deep fakes, y este es solo un ejemplo de lo que esta impactante tecnología, a la vez que polémica, puede lograr. Conozcamos más sobre ella.
¿Qué son los deep fakes y cómo se crean?
Un deep fake es el resultado de una técnica de Inteligencia Artificial (IA) que permite manipular y sintetizar contenidos multimedia, como imágenes y, especialmente vídeos y audio, de tal manera que es prácticamente imposible distinguir la falsedad de la realidad.
La palabra «deep fake» es un juego de palabras que combina «deep learning» (aprendizaje profundo) con «fake» (falso), lo que refleja con precisión la esencia de esta tecnología: el uso de algoritmos y herramientas avanzadas para generar contenido que parece auténtico, pero en realidad es una simulación.
La creación de los deep fakes generalmente sigue estos pasos:
- Recopilación de datos. Para crearlos, se requiere una gran cantidad de datos de referencia, que suelen ser imágenes o vídeos de la persona cuya apariencia se desea imitar. Esto puede incluir fotos y clips de audio.
- Entrenamiento de la IA (Inteligencia Artificial). Un algoritmo de aprendizaje profundo se alimenta con estos datos de referencia para aprender las características faciales y vocales de la persona. Cuanto más abundante y diversa sea la información de entrenamiento, mejor será el resultado.
- Generación del deep fake. Una vez que la IA ha sido entrenada adecuadamente, puede generar contenido falso. Por ejemplo, en el caso de la creación de un vídeo deep fake, la IA podría superponer el rostro de la persona en un vídeo existente, haciendo que parezca que está pronunciando las palabras o realizando acciones que nunca ocurrieron.
- Refinamiento y ajustes. En algunos casos, también se suele perfeccionar el resultado de los deep fakes, afinando detalles para que el contenido falso sea lo más realista posible. Esto puede incluir la sincronización labial, el ajuste de iluminación y la modificación de la voz.
Ventajas e inconvenientes de los deep fakes
Como cualquier tecnología, estas creaciones digitales poseen una serie de ventajas y desventajas que es esencial considerar al evaluar su impacto en la sociedad. Comencemos por su parte positiva:
- Entretenimiento y creatividad. Los deep fakes se han convertido en una herramienta popular en la industria del entretenimiento y la creatividad, permitiendo la recreación digital de actrices y actores fallecidos o la adaptación de rostros en películas y vídeos, por ejemplo con fines publicitarios. Esto abre nuevas posibilidades para la creatividad y la narración.
- Investigación y desarrollo. En campos como la animación y la medicina, los deep fakes pueden ser valiosos para la generación de contenido realista y la simulación de escenarios. Por ejemplo, supongamos que se desea enseñar a estudiantes de medicina y profesionales de la salud a reconocer los signos de un ataque al corazón. Utilizando los deep fakes, se pueden generar vídeos de alta calidad que simulan a pacientes que experimentan los síntomas típicos de un ataque al corazón, como dolor en el pecho, dificultad para respirar y sudoración. Gracias a ellos, las y los estudiantes pueden practicar la identificación de síntomas en un entorno controlado y realista antes de enfrentarse a situaciones clínicas reales.
- Educación y capacitación. Esta tecnología también puede utilizarse para crear materiales de capacitación y educativos más efectivos, como simulaciones interactivas y experiencias de aprendizaje envolventes.
Aunque si bien los deep fakes han encontrado aplicaciones en diversos campos, también han generado preocupaciones relacionadas con la desinformación, la privacidad y la seguridad. Estos son sus inconvenientes:
- Desinformación y engaño. La capacidad de crear contenido falso y convincente plantea riesgos significativos de desinformación y engaño. Los deep fakes pueden utilizarse para difundir noticias falsas, perdiendo la confianza en la información verídica.
- Violación de la privacidad. Esta tecnología puede utilizarse para superponer el rostro de una persona en contenido comprometedor sin su consentimiento, lo que plantea graves preocupaciones sobre la privacidad.
- Problemas legales y éticos. Los deep fakes desafían los marcos legales y éticos existentes, ya que pueden utilizarse para difamar a personas, suplantar identidades o cometer fraudes.
- Impacto en la seguridad nacional. La capacidad de crear vídeos y audios falsos de, por ejemplo, figuras políticas puede tener implicaciones graves para un país.
En conclusión, los deep fakes son una tecnología que plantea una serie de cuestiones éticas, legales y sociales. Su potencial está en constante evolución a medida que la tecnología avanza y se requiere un debate informado sobre cómo regular y controlar su uso para mitigar sus peligros y aprovechar sus ventajas.