La suplantación de identidad es un tipo de ataque cibernético que te puede traer graves problemas. En ocasiones, personas con intenciones maliciosas rastrean información personal que utilizan posteriormente para hacerse pasar por su víctima frente a empresas, instituciones o incluso frente a otras personas de su entorno. El lado positivo es que este tipo de ciberamenaza, como la mayoría de los riesgos de la red, puede evitarse con unas sencillas precauciones y el uso de las herramientas de seguridad adecuadas.
No obstante, es conveniente que sepas qué hacer en caso de sufrir una suplantación de identidad para minimizar los daños en caso de que esa situación llegase a ocurrir o si tienes indicios de que ya ha sucedido.
¿Qué es una suplantación de identidad?
Es una actividad malintencionada en la que se busca hacerse pasar por otra persona. Existen diferentes motivos: cometer un fraude, conseguir datos, practicar ciberacoso u obtener un beneficio económico mediante el chantaje. No pienses que solo la sufren las personas famosas o políticas, ya que para evitar ser víctima de este tipo de amenazas lo mejor es no bajar la guardia y mantener siempre ciertas precauciones.
Ten en cuenta que una suplantación de identidad puede realizarse de forma bastante sencilla. Por ejemplo, creando un perfil falso en una red social y actuando como si fuera la persona que dice ser. Esto supone una amenaza para la seguridad y reputación de cualquiera, ya que la cuenta que suplanta la identidad podría emitir por ejemplo una declaración difamatoria que afecte al prestigio de la persona afectada o a la desconfianza de quienes conoce.
Además, la usurpación puede llevarse a cabo a través del robo de la cuenta. La técnica más sencilla es mediante un ataque de fuerza bruta, que tiene como objetivo descubrir la contraseña probando miles de combinaciones hasta dar con la correcta. Si esta fuera débil, es posible que la persona atacante logre su objetivo y adivine la contraseña. Una vez se haya hecho con el control de la cuenta, podría cambiar la clave de acceso y los métodos de recuperación. Al final, tendría a su disposición cualquier dato o información que contenga la cuenta.
¿Cómo detectar el secuestro de cuentas?
Existen diferentes maneras de detectar que se ha producido un secuestro de cuentas. Algunas son indirectas, lo que implica que la persona que delinque ha efectuado alguna acción que te involucra. Por ejemplo, podrías recibir una llamada de una agencia de cobros reclamándote el pago de una deuda a tu nombre, o ver rechazada la concesión de una hipoteca o de un préstamo.
Quizás recibas un correo de confirmación para el alquiler de un piso o que has realizado una compra determinada en una tienda que nunca visitaste. También es probable que te desaparezca dinero de la cuenta del banco, si es que el o la delincuente se ha hecho con ella. Y en las redes sociales podrías ver publicaciones en tus perfiles que no has efectuado, como una foto de personas que no conoces o datos de tu vida privada.
Otra forma de detectar la suplantación es tratando de acceder a tu cuenta. Si has probado diferentes métodos y no consigues entrar, puede que estés ante un robo. Antes de llegar a plantearte esta situación, tienes que haber agotado todas las alternativas. Considéralo como el último escenario posible, ya que es más probable que hayas olvidado la contraseña.
También podrías aparecer registrado en numerosas plataformas de Internet o, directamente, no tener acceso de ningún tipo a las que ya tenías previamente. Por ejemplo, tratas de ingresar en tu cuenta de un sitio de web para visualizar contenido en streaming, o de una tienda online,y no lo consigues. Agotas todas las opciones de recuperar la contraseña y sigues sin obtener resultados. En este contexto, es probable que te enfrentes a un robo de identidad.
Pasos a seguir en caso de suplantación de identidad
En caso de que la sufras, no puedes quedarte de brazos cruzados, pero mantén la calma pues esta situación tiene solución. Además, ten en cuenta que tanto la plataforma en la que se produjo la usurpación como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estarán dispuestas a ayudarte. Te recomendamos seguir estos pasos para facilitar una actuación rápida y efectiva:
1. Documenta lo que está ocurriendo
Necesitas documentar lo que está pasando antes de denunciar una suplantación de identidad. Procura revisar y agotar todas las opciones que te ofrecen las plataformas para recuperar tu cuenta. Es indispensable que acudas con pruebas inequívocas de tu situación. Obtén copias de posibles correos, mensajes y capturas de pantalla de los actos delictivos.
En caso de que no tengas éxito en la recuperación y hayas recabado suficientes pruebas, llega el momento de denunciar. Ponte en contacto con las plataformas. Por ejemplo, en la web de la Oficina de Seguridad del Internauta, encontrarás enlaces a todas las redes sociales disponibles. Estos te dirigen a las páginas dedicadas a denunciar una suplantación, por lo que tendrás su apoyo en todo momento.
2. Alerta a tus amistades y familiares
Es importante que avises de lo que está sucediendo a tus contactos. No solo te servirán de testigos de lo ocurrido, sino que les alertarás de que no controlas tus propias cuentas. De esta forma, evitas malentendidos con quienes aprecias, un problema adicional que puede provocar una suplantación de identidad. Además, podrán ayudarte a mantener el control sobre tu perfil alertando a otras personas.
3. Acude a la autoridad
Si sabes que estás siendo víctima de un caso de suplantación de identidad, no dudes en acudir a la autoridad. La Policía o la Guardia Civil disponen de unidades especializadas en ciberdelincuencia. Son especialmente útiles en casos graves en los que no ha sido posible recuperar tus perfiles de otras maneras o si se cometen delitos utilizando tu nombre.
Recuerda que las plataformas, como Facebook o Twitter, te permiten denunciar una posible usurpación. Estudiarán tu situación y actuarán en consecuencia, mientras las autoridades investigan lo sucedido y buscan a las personas responsables. Normalmente, recuperarás tus cuentas en poco tiempo.
Pautas para prevenir una suplantación de identidad
La prevención es la clave para protegerte de una suplantación de identidad. Por suerte, existen diferentes pautas que puedes seguir para ahorrarte este problema tan grave. Además, muchas son sencillas de aplicar, pero de una efectividad indudable.
No muestres tus contraseñas en público
Mostrar tus contraseñas públicamente es un error muy grave. Cualquier persona que quiera hacerte daño, tendrá una oportunidad de oro. No tendrán que realizar mayores esfuerzos para hacerse pasar por ti, ya que saben cómo acceder a tu perfil personal. Esta es una situación que puedes evitar con facilidad teniendo cuidado. Asimismo, si alguien te pide tus credenciales, no las facilites.
Ninguna plataforma te pedirá que le entregues tu contraseña, algo de lo que suelen informar. Así que, ante este tipo de peticiones, la mejor opción es mantener la precaución y no dar dato alguno. Recuerda que la prevención es la clave para navegar de forma segura. Al igual que no le darías a una persona desconocida la dirección de tu casa, tampoco proporciones tus contraseñas de acceso a tus cuentas.
No entres en páginas inseguras
Las páginas seguras cuentan con diferentes certificados que demuestran las medidas que toman. Uno de ellos es el protocolo HTTPS (hypertext transfer protocol secure o protocolo seguro de transferencia de hipertexto), el cual protege la integridad y confidencialidad de tus datos. Si entras en un sitio web que no lo tenga, evita registrarte en ellos.
Para comprobar si utiliza HTTPS, solo tienes que clicar en su dirección. Esta debería empezar así: https://. En caso de que no esté presente, estás en una página insegura y, por tanto, potencialmente peligrosa para ti. Es posible que la persona propietaria no haya activado este protocolo, pero procura prevenir las consecuencias antes de enfrentarte a ellas.
Evita los enlaces extraños
Si un enlace te lleva a una página web con faltas de ortografía, mala presentación o que no cuenta con el protocolo HTTPS, es posible que estés en una que sea falsa. Los enlaces sospechosos pueden llegar a ti a través de mensajes en las redes sociales, correo electrónico, SMS o WhatsApp. Si no conoces su origen o el remitente no se identifica adecuadamente, no entres en ellos.
Utiliza sistemas de autenticación de dos pasos
Tu seguridad siempre empieza por tener una contraseña con un código que sea robusto (una combinación de mayúsculas, minúsculas, números y símbolos). No obstante, un sistema de autenticación de dos pasos es el complemento perfecto para disuadir a cualquier delincuente de acceder a tus cuentas, ya que te otorga una mayor seguridad y tranquilidad al crear varias barreras de protección.
Un ejemplo de este sistema de autenticación es el empleado por los bancos y algunas páginas web. La primera parte es una contraseña, la cual debes aportar tú, y la segunda consiste en un código que se envía a tu teléfono móvil por mensaje SMS. Esto dificulta que te quiten una cuenta, ya que es necesario tu dispositivo para verificar el acceso. También tienes la posibilidad de comprobar tu identidad por correo electrónico, una pregunta de seguridad (cuya respuesta solo conoces tú) y biometría (reconocimiento facial, huella digital, etc.), entre otros.En definitiva, procura actuar de forma previsora para evitar unasuplantación de identidad en Internet. Estas situaciones pueden complicarse y llevarte a perder tus cuentas en la red. Recurre siempre a las plataformas para buscar una solución y denuncia ante la Policía o la Guardia Civil para evitar males mayores. Si quieres mejorar tus conocimientos en ciberseguridad, ¡consulta otros apartados de la guía!