Decálogo de buenas prácticas en los videojuegos

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Los videojuegos son una de las opciones de ocio audiovisual y cultural más fuertes en España, con una facturación en 2021 de 1.795 millones de euros, situándose por delante de otras industrias como la música o el cine, según datos de la Asociación Española de Videojuegos (AEVI). 

Así pues, esta industria cuenta con más de 18 millones de personas aficionadas, de las cuales un 78% tiene edades comprendidas entre los 11 y 14 años.

Por esta razón, es importante enseñar a los niños y niñas que están en contacto con los videojuegos a hacer un uso responsable de estas tecnologías desde edades tempranas, teniendo en cuenta que las familias que juegan juntas, aprenden juntas.

Y es que, además de divertir, los videojuegos pueden llegar a tener un gran potencial didáctico y contribuir a mejorar las habilidades cognitivas de niños y niñas, motivarles para que superen retos, aumentar su orientación espacial y ayudarles a resolver problemas.

No olvidemos que los videojuegos contribuyen a desarrollar estrategias para alcanzar objetivos en un entorno recreativo virtual. ¿Por qué no aprovechar ese potencial?

Decálogo de buenas prácticas

Para que niños y niñas se diviertan y padres y madres se sientan seguros, a continuación compartimos 10 recomendaciones para promover el uso seguro y responsable de los videojuegos:

1. Una actividad en familia

Juega con tus hijos o hijas y comparte su mundo virtual. Colaborar y compartir habilidades y progresos, animarles a conseguir sus objetivos y felicitarles por sus resultados es una buena manera de disfrutar del juego en familia y enseñarles valores importantes.

2. Los videojuegos también pueden enseñar

Además de diversión, existen juegos educativos con los que se pueden aprender y trabajar diferentes materias como matemáticas, idiomas, historia, biología, programación… ¡y mucho más! Aprovecha todas las ventajas que ofrecen para educar de forma lúdica, ¡aprenderán sin darse cuenta!

3. Elige el videojuego adecuado para cada edad

La guía de clasificación por edades PEGI (Pan European Game Information) es de gran utilidad para elegir el videojuego más conveniente para cada niño o niña. Este sistema de etiquetado permite conocer la edad mínima recomendada para jugar, así como el posible contenido sensible que puede incluir el videojuego, como lenguaje inadecuado, violencia, drogas, o contenido sexual.

4. Hay que saber ganar, pero también perder

Para fomentar un juego sin conflictos es necesario enseñar a los hijos e hijas que no solo hay que celebrar las victorias propias, sino que también hay que alegrarse cuando lo hace la persona contrincante y aprender de ello.

5. Las tareas escolares primero

Los deberes del colegio son una obligación que deben cumplir. Por ello, es necesario explicarles que pondrán encender la consola cuando las tareas estén terminadas. También podéis pactar otras reglas como cuánto tiempo, cuándo y cómo jugar.

6. Enséñales a pedir consejo 

Los niños y niñas deben saber que tienen que consultar a los mayores antes de aceptar una invitación de una partida por Internet, de comprar o descargar un videojuego o de realizar cualquier pago. 

7. Compra solo en páginas oficiales

En relación al punto anterior y para evitar virus o enlaces peligrosos, descarga o compra los videojuegos solo en portales oficiales y autorizados.

8. Utiliza el control parental

Gracias a esta función, puedes limitar los tipos de juegos a los que los niños y niñas pueden acceder, ajustar o bloquear los chats, restringir o dirigir la descarga de los contenidos de pago, además de supervisar los registros de actividad. Recuerda que la consola es propiedad tuya, no de tus hijos e hijas.

9. Cuidado con las personas desconocidas

Al igual que conoces a sus amistades del colegio, debes saber quiénes son sus amigos y amigas virtuales y vigilar que no compartan datos personales como su lugar de residencia, número de teléfono, correo electrónico, contraseñas o imágenes.

10. Distinguir entre la realidad y ficción

Ambos conceptos no deben confundirse. Los videojuegos son solo fantasía y la vida real es aquella que ocurre cuando se apaga la consola. Por eso es importante que su tiempo de ocio no se reduzca únicamente al mundo virtual.

Siguiendo estos consejos, ¡entretener y educar al mismo tiempo es posible!

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